Tesla pudo haber optado por permanecer alejado de las mujeres y el matrimonio, pero de acuerdo a algunos reportes, creció demasiado encariñado con las palomas. Cerca del final de su vida, Tesla se acercaba a un parque, todos los días, para alimentar a las palomas. Empezó a traer ejemplares heridos a su habitación de hotel para cuidarlos y restablecerlos a una vida saludable. Contó una vez, que cada día era visitado en el parque por una paloma blanca lesionada. Tesla llegó a gastar más de US$ 2 mil (1500 Euros) en curar un ala rota del pájaro y una de sus patas, incluyendo la construcción de un dispositivo “ortopédico” para que el ave pudiera apoyarse cómodamente y así favorecer a que sus huesos puedan sanar. Tesla supo decir: “He estado alimentando a las palomas, a miles de ellas, desde hace años. Pero había una, un hermoso pájaro de color blanco puro, con ligeras puntas grises en las alas que era diferente. Era una hembra. Cuando tenía deseos de verla, la llamaba y ella venía volando hacia mí. Me encantó esa paloma como un hombre ama a una mujer y creo que ella también me quiso. Mientras la tuve, había un propósito para mi vida“.
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