Se nos parte el alma cuando vemos esta foto. Nos parece que después de tanto sufrimiento el toro recibe la muerte y creemos que de sus ojos cae una lágrima. Conocimos una vez a un carnicero que se hizo vegetariano y budista. Nos contaba que los toros cuando los llevaban para el matadero presienten su muerte llorando y mujiendo unos días antes.
En la foto la cara del Paquirri es de desamor y ventaja dehonesta. Con esta lágrima del toro se enluta también nuestra alma por tanto dolor e impotencia.
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